Ciudad Sagrada de Caral
Patrimonio de la Humanidad. UNESCO
Con 5.000 años de antigüedad, Caral, conocida originalmente como Chupacigarro o Chupacigarro Grande, es el yacimiento arquelógico más importante conocido relacionado a la civilización de Caral-Supe, la más antigua de América, situada en el Valle de Supe, a
La civilización de Caral-Supe o Norte Chico fue coetánea de otras como las de China, Egipto, India y Mesopotamia; esta ciudad estado de organización teocrática, estuvo rodeada por otras civilizaciones enmarcadas aún en lo que se denomina "sociedad aldeana". Así, se trata de una de las zonas geográficas que pueden considerarse como cuna de la civilización del mundo por su antigüedad. Debe advertirse sin embargo que los calificativos de "ciudad" y "civilización" son algo controvertidos y que una parte de la comunidad arqueológica peruana aún prefiere evitar su uso.
Patrimonio de
Caral fue declarado Patrimonio de la Humanidad por el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco en ocasión de la celebración el 28 de junio de 2009 en Sevilla de su trigésima tercera sesión ordinaria, habiendo reconocido que
El topónimo Caral, se refiere a la incorrecta pronunciación de un ciudadano japonés, de principios de siglo XX, que habitaba próximo al asentamiento arqueológico y que decía caral en lugar de corral.
Descubrimiento Arqueológico
En 1905, Max Uhle excavó en Áspero, un asentamiento situado en el litoral del valle de Supe, a
El primero que llamó la atención sobre
En 1975, el arquitecto peruano Carlos Williams hizo un registro de la mayoría de los sitios arqueológicos en el valle de Supe, entre los cuales registró a Chupacigarro Grande, a partir del cual hizo algunas observaciones sobre el desarrollo de la arquitectura en los Andes, que presentó primero en el artículo "Arquitectura y Urbanismo en el Antiguo Perú", publicado en 1983 en el tomo VIII de la serie "Historia del Perú" de la editorial Juan Mejía Baca, y después en el artículo "A Scheme for the Early Monumental Architecture of the Central Coast of Peru", publicado en 1985 en el libro "Early Ceremonial Architecture in the Andes".
En 1979, El arqueólogo francés Frederic Engel visitó el lugar, excavó y levantó un plano del mismo. En su libro "De las Begonias al Maíz", publicado en 1987, Engel afirmó que Chupacigarro Grande (como aún se conocía a
En 1994, Ruth Shady recorrió nuevamente el valle de Supe e identificó 18 sitios con las mismas características arquitectónicas, entre los cuales se encontraban los 4 conocidos como Chupacigarro Grande, Chupacigarro Chico, Chupacigarro Centro y Chupacigarro Oeste. Para diferenciarlos Shady los denominó, Caral, Chupacigarro, Miraya y Lurihuasi. Caral, Miraya y Lurihuasi son los nombres quechua de los poblados más cercanos a los sitios. Chupacigarro es el nombre español de un ave del lugar.
Shady excavó en Caral a partir de 1996 y presentó sus datos por primera vez en 1997, en el libro "
El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe está a cargo de los trabajos en
Hasta hace poco se consideraba a Chavín de Huántar como uno de los focos culturales de más vieja data en este país, con un máximo de 1500 años a.C.
Población.
Los cálculos más conservadores estiman que la ciudad sagrada de Caral albergó de
Se le ha llamado también ciudad sagrada, ya que es una época en que por primera vez, que se sepa hasta ahora, las sociedades peruanas tuvieron un gobierno central, se establece el estado y utiliza la religión como medio de afirmación.
Todo lo que se ha excavado en la ciudad está impregnado de religiosidad. Hay muchos fogones construidos para ofrendas. Hay señales de posibles rituales en cada lugar. No solamente en las áreas de espacio público o en los templos sino incluso en las casas.
Quipu.
En el año 2005 se expusieron en el Perú nuevos hallazgos realizados en Caral por el equipo dirigido por la arqueóloga Ruth Shady, principal redescubridora de esta ciudad. Se ha encontrado un resto textil interpretado como un quipu en regular estado de conservación, lo que implicaría que este sistema de registro de datos tiene casi cinco mil años y nó los mil quinientos comprobados anteriormente. Sin embargo, el hallazgo podría interpretarse también como una redecilla similar a las utilizadas para elaborar shicras (atajos de piedras unidos por una red, utilizados como material de construcción).
También se ha presentado la reconstrucción de un posible habitante, en base al cráneo de un muchacho de unos veinte años sacrificado en aquellos tiempos.
Peculiaridad de la cultura de Caral.
A raíz de las investigaciones de los yacimientos, se llegó a la conclusión de que Caral ejercía como capital económica de una amplia región gracias a su trabajo de agricultura, cuyos productos intercambiaba con los pescadores de la costa u otras poblaciones. Esto se entiende al comprobar la abundancia de restos de productos marinos en Caral, estando ésta a unos
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