jueves, 10 de septiembre de 2009

Servicios Ofrecidos por el Sitio Arqueológico

El sitio Arqueológico cuenta con una Zona de Recepción y Descanso implementada, con servicios higiénicos y un area de comidas.


En el sitio arqueológico existe una tienda donde podrá adquirir publicaciones, souvenirs y snacks.


Los fines de semana, pobladores del valle ofrecen gastronomía local. De lunes a viernes recomendamos llevar sus provisiones.


En la provincia de Barranca existen diversos hoteles y hospedajes:

Información General

Horario de Atención.


Lunes – Domingo de 9:00 a 17:00 Horas.

Ingreso de último grupo: 16:00 horas



Tarifas.


Adultos S/. 11.00

Estudiante superior y docente S/. 3.60

Previa presentación de documentación que acredite.

Escolares y jubilados S/. 1.00



Circuito.


El servicio de guiado está a cargo de Orientadores Turísticos Locales.

El costo por guiado es de S/. 20.00 nuevos soles por grupo de hasta 20 personas.

Por el momento, el guiado sólo se realiza en español. Sin embargo, la zona arqueológica está señalizada con paneles informativos en español e inglés.

El recorrido por la ciudad arqueológica de Caral dura aproximadamente hora y media.

Como llegar a Caral




Si viaja en Auto.

Lo más recomendable para llegar en auto a Caral, La Ciudad Sagrada más antigua de America, se debe viajar por la carretera Panamericana Norte, hasta el kilómetro 182 (antes de la ciudad de Supe). Donde se encuentra la entrada hacia el pueblo de Caral (carretera afirmada recientemente), luego de recorrer 25 kilómetros aproximadamente, llegará a una señal que indica el camino hacia la Ciudad Más Antigua de América. El viaje tiene una duración de 2 y media a 3 horas aproximadamente.




Si viaja en Transporte Publico.

Para llegar a la Ciudad Sagrada de Caral, se tiene que tomar un bus con dirección al Norte, hasta llegar al Distrito de Supe Pueblo (Provincia de Barranca) el cual se encuentra en el kilómetro 188 de la Panamericana Norte. El viaje tiene una duración de 3 horas y media a 4 horas aproximadamente.

Una ves en Supe Pueblo, se debe ir al paradero (a 2 cuadras de la plaza de armas) de los taxis colectivos que se dirigen al centro poblado de Caral (costo 3.50 soles por persona), en el camino a Caral esta la entrada peatonal al sitio arqueológico, se demora un aproximado de 20 minutos para llegar a las ruinas.

Es posible contratar el servicio de ida y vuelta, pero deberá coordinarlo previamente con el conductor. Este le conducirá hasta la Zona de Recepción del sitio arqueológico.

Es importante informar que los taxis colectivos transitan por el valle hasta las 4:00 pm.

Civilización en el Mundo

Hace 5 millones de años que los seres humanos iniciaron el poblamiento del planeta, pero sólo 6 mil años atrás empezaron a construir centros urbanos y a integrar redes de interacción a largas distancias.


Seis sociedades en todo el mundo pudieron cambiar sus modos de vida y generar las condiciones que hicieron posible la civilización, el Estado y la formación de las ciudades: Mesopotamia, Egipto, India, Perú, China y Mesoamérica. Es importante conocer cada una de estas civilizaciones porque ellas influyeron en el desenvolvimiento de otras poblaciones contemporáneas y tuvieron un rol fundamental en el desarrollo de las sociedades que las sucedieron en el tiempo.


Pero a diferencia de las civilizaciones del viejo mundo, que mantuvieron entre ellas un sistema de interacción e intercambio de bienes y conocimientos que les permitió aprovechar de las experiencias del conjunto, en el Perú el proceso se dio en total aislamiento, pues Caral se adelantó en, por lo menos, 1500 años a Mesoamérica, el otro foco civilizatorio del Nuevo Continente

Civilización en los Andes

En el territorio andino hubo, como en otras partes el mundo una amplia variedad de adaptaciones culturales, pero a distancias relativamente próximas. Estas sociedades, que habitan áreas geográficas disímiles, siguieron diferentes trayectorias en sus modos de vida, sus culturas y desarrollo sociopolítico.


El temprano desarrollo de la cultura Supe se debió a la creciente complejización de los sistemas sociales que se consolidaron en las varias regiones del área nor-central del actual Perú, entre los valles costeños ubicados entre los ríos Chancay y Santa, en la zona serrana del Callejón de Huaylas y en las vertientes orientales, en las cuencas del Marañón y el Huallaga. Todas estas sociedades habían alcanzado excedentes productivos y un nivel de organización que les permitía cierta especialización laboral, la construcción de edificios públicos y su participación en redes de intercambio interregional.


Alrededor de los 3000 años A.C., las sociedades costeñas del área nor-central lograron avances significativos, estimuladas en parte por la riqueza de recursos de la región: un mar rico en peces y moluscos y valles fértiles con ríos que acarreaban nutrientes. Coadyuvó a ello la tradicional comunicación interregional entre los pobladores del área. Además de la permanencia en la región y la adquisición de experiencias de vida compartidas, ya sea por confrontación o por integración, las comunidades costeñas incorporaron nuevos conocimientos tecnológicos: canales de riego y campos de cultivo y las redes de pesca. Innovaciones que aumentaron la productividad, fomentaron la especialización ocupacional y el intercambio de productos. Se crearon así las condiciones necesarias para el desarrollo civilizatorio.


Entre estas sociedades coetáneas del área nor-central, la de Supe logró sintetizar distintas experiencias adaptativas y aprovechó en su beneficio el excedente productivo de las poblaciones del área. La cuantiosa inversión de trabajo en obras monumentales y su permanente remodelación había sido sustentada por la producción de las poblaciones de los otros valles que el Estado prístino captó.


La primera civilización del Perú y América se formó entre los 3000 y 2500 años A.C. en el valle de Supe, sobre la base de un conjunto de comunidades ubicadas en asentamientos urbanos. Este modelo de organización influyó en el desarrollo de futuras civilizaciones; entre las principales podemos mencionar a las sociedades que construyeron Huaca La Florida, Garagay en el Rímac, Cerro Sechín, Pampa de Llamas-Moxeque en el valle de Casma. Posteriormente, el modelo se repitió en distintas zonas del territorio andino: Chavín, Moche, Lima, Nazca, Tiahuanaco, Wari, Chincha, Ichma, Chimú y finalmente la Inca, última civilización del Perú prehispánico, 4400 años después de Caral.

UNESCO declara a Caral Patrimonio Cultural de la Humanidad

Ciudad Sagrada de Caral, ubicada en el norte de Lima, es la más antigua de América

Nota de Prensa 133-09



La UNESCO decidió el 28 de junio incluir a la Ciudad Sagrada de Caral en la Lista del Patrimonio Mundial, luego de aplicar estrictos criterios de evaluación que reconocieron el valor universal excepcional de este importante sitio arqueológico del Perú, que fue asiento de la civilización más antigua conocida en América (3.000 a 1.800 a.C).

La decisión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, tomada durante su 33° sesión ordinaria en Sevilla, se basó en la recomendación emitida por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), reconociendo que la Ciudad Sagrada de Caral es la representante más destacada por su antigüedad, extensión urbana y complejidad arquitectónica de la civilización peruana durante el período Arcaico Tardío, con impresionantes edificios piramidales, plataformas constructivas, plazas circulares hundidas y el diseño urbano, desarrollados durante siglos.

Este nombramiento constituye un éxito muy importante de la cultura del Perú en el mundo y es producto de un amplio y consistente trabajo conjunto realizado en los últimos años por el Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe, el Instituto Nacional de Cultura y el Ministerio de Relaciones Exteriores.

La nominación de la Ciudad Sagrada de Caral como Patrimonio Cultural de la Humanidad tendrá, sin duda, efectos positivos para la zona norteña de Supe porque permitirá el desarrollo de un eje de fomento de mejores condiciones de vida para la sociedad actual de su entorno. Con esta inclusión, suman 11 los sitios peruanos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.



Lima, Domingo 28 de junio de 2009



MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES

OFICINA DE PRENSA Y DIFUSIÓN


Actividades del Sector Relaciones Exteriores(28/06/2009)

Caral - Ciudad mas Antigua de America




Ciudad Sagrada de Caral

Patrimonio de la Humanidad. UNESCO


Con 5.000 años de antigüedad, Caral, conocida originalmente como Chupacigarro o Chupacigarro Grande, es el yacimiento arquelógico más importante conocido relacionado a la civilización de Caral-Supe, la más antigua de América, situada en el Valle de Supe, a 200 kilómetros al norte de Lima, en el Perú.


La civilización de Caral-Supe o Norte Chico fue coetánea de otras como las de China, Egipto, India y Mesopotamia; esta ciudad estado de organización teocrática, estuvo rodeada por otras civilizaciones enmarcadas aún en lo que se denomina "sociedad aldeana". Así, se trata de una de las zonas geográficas que pueden considerarse como cuna de la civilización del mundo por su antigüedad. Debe advertirse sin embargo que los calificativos de "ciudad" y "civilización" son algo controvertidos y que una parte de la comunidad arqueológica peruana aún prefiere evitar su uso.



Patrimonio de la Humanidad


Caral fue declarado Patrimonio de la Humanidad por el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco en ocasión de la celebración el 28 de junio de 2009 en Sevilla de su trigésima tercera sesión ordinaria, habiendo reconocido que la Ciudad Sagrada de Caral es la representante más destacada por su antigüedad, complejidad arquitectónica con edificios piramidales, plazas, su diseño y la extensión urbana de esta civilización peruana, la más antigua del continente americano. De esta manera, Caral se añade a los otros 10 sitios turísticos ya reconocidos como Patrimonio de la Humanidad en el Perú.



Etimología

El topónimo Caral, se refiere a la incorrecta pronunciación de un ciudadano japonés, de principios de siglo XX, que habitaba próximo al asentamiento arqueológico y que decía caral en lugar de corral.



Descubrimiento Arqueológico


En 1905, Max Uhle excavó en Áspero, un asentamiento situado en el litoral del valle de Supe, a 23 km de la Ciudad Sagrada de Caral, en el Perú. Julio C. Tello exploró el mismo lugar en 1937. No hay evidencias que ellos se adentraran en el valle de Supe y, por lo tanto, que llegaran a conocer la Ciudad Sagrada de Caral.


El primero que llamó la atención sobre la Ciudad Sagrada de Caral (Chupacigarro Grande) fue el viajero estadounidense Paul Kosok, quien visitó el lugar junto con el arqueólogo estadounidense Richard Schaedel en 1949. En su informe, publicado en el libro "Life, Land and Water in Ancient Peru", en 1965, mencionó que Chupacigarro (como se le conocía a la Ciudad Sagrada de Caral entonces) debía ser muy antiguo, pero no pudo mostrar cuánto.


En 1975, el arquitecto peruano Carlos Williams hizo un registro de la mayoría de los sitios arqueológicos en el valle de Supe, entre los cuales registró a Chupacigarro Grande, a partir del cual hizo algunas observaciones sobre el desarrollo de la arquitectura en los Andes, que presentó primero en el artículo "Arquitectura y Urbanismo en el Antiguo Perú", publicado en 1983 en el tomo VIII de la serie "Historia del Perú" de la editorial Juan Mejía Baca, y después en el artículo "A Scheme for the Early Monumental Architecture of the Central Coast of Peru", publicado en 1985 en el libro "Early Ceremonial Architecture in the Andes".


En 1979, El arqueólogo francés Frederic Engel visitó el lugar, excavó y levantó un plano del mismo. En su libro "De las Begonias al Maíz", publicado en 1987, Engel afirmó que Chupacigarro Grande (como aún se conocía a la Ciudad Sagrada de Caral) pudo haber sido construido antes de la aparición de la cerámica en los Andes (1800 a. C.). Sin embargo, los arqueólogos andinos asumieron que el asentamiento era "acerámico", es decir, que había sido construido por una población que no utilizaba la cerámica, aunque ya se conocía en otros lugares de los Andes.


En 1994, Ruth Shady recorrió nuevamente el valle de Supe e identificó 18 sitios con las mismas características arquitectónicas, entre los cuales se encontraban los 4 conocidos como Chupacigarro Grande, Chupacigarro Chico, Chupacigarro Centro y Chupacigarro Oeste. Para diferenciarlos Shady los denominó, Caral, Chupacigarro, Miraya y Lurihuasi. Caral, Miraya y Lurihuasi son los nombres quechua de los poblados más cercanos a los sitios. Chupacigarro es el nombre español de un ave del lugar.

Shady excavó en Caral a partir de 1996 y presentó sus datos por primera vez en 1997, en el libro "La Ciudad Sagrada de Caral-Supe en los albores de la civilización en el Perú". En ese libro sustentó abiertamente la antigüedad precerámica de la Ciudad Sagrada de Caral, afirmación que consolidó de manera irrefutable en los años siguientes, a través de excavaciones intensivas en el lugar.


El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe está a cargo de los trabajos en la Ciudad Sagrada de Caral, así como de los asentamientos coetáneos de Áspero, Miraya y Lurihuasi. La arqueóloga Ruth Shady, viaja al valle en forma permanente para continuar el trabajo de las excavaciones y descubrimientos en esta parte de un país arqueológicamente rico y de diversas culturas milenarias.


Antigüedad

La antigüedad de la Ciudad Sagrada de Caral se ha confirmado a través de 42 fechados radio carbónicos realizados en los Estados Unidos. Según éstos, la Ciudad Sagrada de Caral tiene una antigüedad promedio que data de 5000 años aproximadamente, cuando en el resto de América el desarrollo urbano comienza 1.550 años después. Su hallazgo cambia los esquemas que hasta ahora se tenían sobre el surgimiento de las antiguas civilizaciones en el Perú.

Hasta hace poco se consideraba a Chavín de Huántar como uno de los focos culturales de más vieja data en este país, con un máximo de 1500 años a.C.


Población.

Los cálculos más conservadores estiman que la ciudad sagrada de Caral albergó de 1.000 a 3.000 habitantes.

Extensión.
La Ciudad Sagrada de Caral tiene 66 hectáreas, divididas en dos zonas, una central y la otra periférica.

Ciudad Sagrada.

Se le ha llamado también ciudad sagrada, ya que es una época en que por primera vez, que se sepa hasta ahora, las sociedades peruanas tuvieron un gobierno central, se establece el estado y utiliza la religión como medio de afirmación.

Todo lo que se ha excavado en la ciudad está impregnado de religiosidad. Hay muchos fogones construidos para ofrendas. Hay señales de posibles rituales en cada lugar. No solamente en las áreas de espacio público o en los templos sino incluso en las casas.



Quipu.

En el año 2005 se expusieron en el Perú nuevos hallazgos realizados en Caral por el equipo dirigido por la arqueóloga Ruth Shady, principal redescubridora de esta ciudad. Se ha encontrado un resto textil interpretado como un quipu en regular estado de conservación, lo que implicaría que este sistema de registro de datos tiene casi cinco mil años y nó los mil quinientos comprobados anteriormente. Sin embargo, el hallazgo podría interpretarse también como una redecilla similar a las utilizadas para elaborar shicras (atajos de piedras unidos por una red, utilizados como material de construcción).


También se ha presentado la reconstrucción de un posible habitante, en base al cráneo de un muchacho de unos veinte años sacrificado en aquellos tiempos.

Peculiaridad de la cultura de Caral.

A raíz de las investigaciones de los yacimientos, se llegó a la conclusión de que Caral ejercía como capital económica de una amplia región gracias a su trabajo de agricultura, cuyos productos intercambiaba con los pescadores de la costa u otras poblaciones. Esto se entiende al comprobar la abundancia de restos de productos marinos en Caral, estando ésta a unos 20 km de distancia de la costa más cercana. La centralidad de Caral, a la vista de los estudios, fue ejercida de una forma completamente pacífica durante un periodo que podría ser de 500 a 1000 años, durante los cuales Caral no dejó restos de fabricación de armas, testimonios o evidencias de haber organizado un ejército o liderado una guerra sobre la que dejar constancia. Esta posibilidad ha sorprendido a investigadores de varios ámbitos que se interesaron por Caral.